
Imagen: MakeUseOf
El viejo oeste
Cuando el internet empezó a volverse accesible para todos en los años noventa, navegar en línea era algo totalmente diferente a lo que nosotros conocemos ahora. Muchos jóvenes ni siquiera sabe cómo se veía ese panorama. Cuando el internet era lo suficientemente grande para llamar la atención de los consumidores pero demasiado nicho como para monetizarlo, este estaba dominado por sitios web personales; no había Facebook, Instagram, WhatsApp, ni siquiera Google. Muchos de estos sitios eran feos y difíciles de navegar, pero de alguna manera cada uno de ellos era un reflejo de la creatividad del usuario detrás de él, tan extraño y único como su creador. Además, dado que nadie consideraba siquiera posible obtener una ganancia monetaria de lo publicado, lo creado no podía venir más que de un verdadero sentido de pasión por el arte. Era el viejo oeste digital, por así decirlo, donde no había reglas, y cada sitio podría ofrecer algo totalmente nuevo y desconocido.


Algunos ejemplos de la vieja red.
La constitución de la web cambió después de que se volvió monetizable. Donde antes “navegar la red” implicaba visitar todo tipo de sitios diferentes, hoy implica navegar los mismos tres/cuatro sitios o “apps” —generalmente TikTok, Instagram y Twitter. A pesar de que esta centralización indudablemente potenció la cantidad de contenido a nuestro alcance y volvió la red mucho más accesible para muchos, también cambió para siempre la forma del contenido compartido. Gracias a que ahora las plataformas de contenido se redujeron a un puñado, el aspecto artístico y único de la red se vio estandarizado, limitado tan sólo a lo que Facebook/Twitter/TikTok permitiera. Además, la motivación detrás de la creación de contenido también cambió. Proyectos de pasión rápidamente fueron opacados por contenido poco genuino intentando “viralizarse” a fin de sacar un lucro o simplemente llamar la atención.
En resumen, antes el internet era descentralizado, único, genuino e independiente; ahora, gracias a que le pertenece a unos cuantos distribuidores de contenido buscando maximizar ingresos, es centralizado, predecible, algo falso y, a través de algoritmos, manipulable.
Algoritmos y automatización
Fuera del hecho de que los propios distribuidores tienes los medios y los motivos para manipular el contenido que consumimos —evidenciado por episodios como el escándalo de Cambridge Analytica y la manera en la cual Twitter ha cambiado radicalmente después de que Musk tomó cargo—, la realidad de las cosas es que también ha cambiado drásticamente el contenido producido por personas comunes. Casos abundan de personas buscando aprovechar el algoritmo para producir contenido que minimiza esfuerzo y maximiza alcance.
Un notorio ejemplo de esto en el mundo de la tecnología es el canal de Roel Van de Paar, quien utilizó un algoritmo para crear millones de videos de YouTube en los cuales una computadora leía respuestas técnicas de un foro en línea (respuestas escritas por personas reales quienes no reciben atribución por solucionar el problema). En esencia, esta persona esta sacando un lucro de una manera muy floja y en base al trabajo de otros.
Este es un caso particular, pero anteriormente también abundó la tendencia de perfiles y perfiles en los cuales una voz computarizada leía publicaciones de Reddit y publicaba los videos automáticamente, todo con una intervención mínima de parte del individuo detrás del perfil, y para colmo con un estímulo de bajo compromiso de fondo, como un “gameplay” de GTA, Minecraft o Subway Surfers.

Esto es lo que ven tus primitos, por cierto.
El punto que estoy intentando hacer aquí es que este contenido, de muy baja calidad y evidentemente diseñado con intenciones de manipular a los usuarios a verlo por la mayor cantidad de tiempo a fin de obtener un lucro, es radicalmente diferente al contenido genuino que abundaba anteriormente. Y esto es sólo con algoritmos y automatización. Todavía ni siquiera hablo de la inteligencia artificial…
Inteligencia artificial, contenido artificial
La inteligencia artificial sólo hará que el contenido que consumimos en internet sea peor, no mejor. Ya ha ocurrido con los motores de búsqueda, pues se han vuelto altamente manipulables y arrojan más que nada artículos generados por inteligencia artificial, diseñados no para responder tu pregunta, sino para maximizar su relevancia (a través del SEO, search engine optimization) y cuan frecuentemente aparecen con cualquier búsqueda, de tal manera que ahora es casi obligatorio terminar una búsqueda con “… reddit” para obligar al motor a arrojar contenido creado por personas reales y que de hecho responde tu pregunta.
Peor aún, ahora que la generación de imágenes y videos por inteligencia artificial se han vuelto una herramienta ampliamente disponible para todos, el internet está cada vez más lleno de “slop” —contenido de baja calidad generado por inteligencia artificial, frecuentemente insensato. Vale la pena preguntarse, entonces, ¿qué pasó con aquella tierra prometida, la cual solía ser un oasis para todo tipo de contenido original? La triste realidad es que ahora no es más que un páramo.